lunes, 7 de junio de 2010

Yo no soy marinero, soy Capitán



Creo que ninguno de nosotros va olvidar el viernes 4, sábado 5 y domingo 6 de junio. Esos tres dias han quedado marcados en nuestras vidas para siempre y todos hemos hecho que el NATCO 2010 sea inolvidable no solo para los de nuestro comité, sino para todo AIESEC Perú.

Ese día, la mayoría se levantó temprano para alcanzar el bus de las 9:00 de la mañana y encaminarnos a lo que sería uno de los encuentros más grandes de jóvenes líderes del Perú. Después de casi una hora de viaje llegamos por fin a Ancón y bastaron unos minutos para organizarnos y empezar a armar nuestros “shouts”. Somos el comité que llamaba a la integración (y hasta ahora lo hacemos, es más, ¡¿cuándo nos reunimos con Piura?!), los del polo naranja que no paraban de gritar “!CLUL, CLUL, CLUL!”. La mayoría nos miraba extrañados, pero al parecer nosotros habíamos superado esa etapa de “me da roche” y haber pasado a la del “soy del CLUL: vive con ello”.

Después de escuchar cada una de las interesantes plenarias y bailar Tunak Tunak luego del almuerzo, el MC dividió a la gran masa de Newbies en grupos mixtos, con personas que no había visto nunca antes en mi vida. Obviamente estaba aterrada, pero luego supe que no estar con mis amigos me integraría más a ellos ¿Cómo?, pues con el simple hecho de demostrar quién soy y quien ellos me han enseñado ser. Todos comprendimos tal mensaje, porque hasta ahora, ya terminado el NATCO, leo como personas de distintos “comités ficticios” se escriben y recuerdan con mucho cariño lo que pasó aquel día. No sé si me olvido de algún nombre, pero estos fueron los grupos que se formaron: Pinky’s, Clic, Clin, El sillao y Grupo 5 (más conocido como: “grupo five”), y en cada uno de ellos, fue fácil notar que para la alegría había alguien del CLUL que gritara, para el liderazgo, un miembro nuestro que los comandara y para bailar uno de nosotros que pusiera la nota para realizar la secuencia de pasos (que lo pudimos comprobar con Sebastián).

En la Cena de Gala comprobamos que todo nuestro esfuerzo fue reconocido pues fuimos nombrados el mejor comité entre todos los presentes. Aquí quiero felicitar a Ana Soto, Yácole Cóndor y Luis Saavedra por destacarse entre otros Newbies y Oldies y dejar el nombre del CLUL en alto. Porque, al parecer, todas las trasnochadas valieron la pena. Porque con todo el esfuerzo que ha hecho cada uno de nosotros el CLUL está en donde siempre debe estar: PRIMERO. Somos esa familia que muchos quisieran y todos imitan pero nadie iguala. No recuerdo quien mencionó una vez que las personas no disfrutan los pequeños momentos de la vida porque siempre están esperando por las grandes cosas. No se ustedes, pero yo ya encontré el mejor momento de vida y el camino que quiero seguir, y déjenme contarles que ustedes también están ahí. Más que amigos, ustedes son la familia con quien me quisiera reír, celebrar buenos y malos ratos para siempre. Y en toda mi carrera, AIESEC Universidad de Lima no ha podido reunir a personas más genial que ustedes.

Solo me queda decir ¡Somos CLUL!

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