Hasta luego, Cebollero
“Si un día se casa mi niña vestida de blanco armiño me acordare que soñaba con que al nacer fuera un niño”.
Lucho Barrios quiso aferrarse a su voz hasta el momento en que el destino decidió quitársela. El Perú entero lamenta la muerte de este gran bolerista, quien hoy, a sus 75 años, falleció por presentar un shock mixto: tromboembolia pulmonar (coágulos en los pulmones) e insuficiencia renal crónica reagudizada (fallas a nivel renal). El y Johnny Farfán fundaron el bolero, como el mismo recordaba en una entrevista: “el bolero tiene más años de 50 años en mi vida. Yo llevo 53 años, casi 54 como cantante. Se me viene a la mente muchos momentos importantes, sobre todo los reconocimientos que he recibido. Me siento muy feliz”, pero hoy en la mañana estas notas de felicidad parecen opacarse.
Barrios, en la década de 1950, aun siendo aficionado participó en un concurso denominado "Escalera del triunfo" que se realizaba en los teatros de Lima, quedando finalista. Luego formó el trío "Los Incas", que tuvo una corta existencia.
Grabó discos sencillos con el sello disquero Smith. Fue Edith Barr quien lo ayudó a dar el gran salto internacional, al llevarlo a Radio Callao, donde conocería a Julio Jaramillo, quien quedó asombrado por su calidad vocal, y lo invitó a cantar al Ecuador. En 1957 ingresa a la Escuela Nacional de Ópera, donde se preparó hasta los 19 años, estudiando junto a Alejandro Vivanco.
“Mi niña bonita”, "Mentirosa" y "Me engañas mujer" fueron parte del repertorio de Barrios, que con todo su sentimiento y con una guitarra compañera, lograba estremecer a los fanáticos de la música popular de aquella época.
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