miércoles, 4 de septiembre de 2013 0 se atrevieron a comentar

Back to Basics (2): La chica que intentaba ser "profesional"

Me interesaba mi futuro profesional al mismo tiempo de quién sería mi esposo algún día. En mi salón de “cachimbos”, los chicos estaban en la onda del “rave” y las “reus”. Yo vivía en una pensión de mojas y la verdad, es que, viendo el potencial de mis “amigos”, no estaba muy interesada. En realidad sentía que las personas me juzgaban porque siempre tenía las respuestas a las interrogantes del profesor. Si, era la Hermione de la UL y estaba muy orgullosa de serlo. Pensaba: “¿qué puedo hacer con tanta inteligencia que me dio Dios?”. No era eso. La mayoría de preguntas eran OBVIAS (cosas del cole, del libro de preguntas y respuestas de Charlie Brown, CULTURA GENERAL) y otras, como matemática, era cuestión de práctica y habilidad (que ahora son muy difíciles de procesar).

Mientras que mis compañeros de clases hacían el típico “shhh” cada vez que hablaba, yo le sonreía al profesor y volteaba la cara hacia el resto del salón con una mirada fulminante. Tiempo después esas mismas personas me buscaban para hacer grupo, me contaban sus cosas y nos reíamos a más no poder… burlándonos de otros “chancones”. Quiero aclarar, en este punto, que nunca, JAMÁS, he sido una persona “chancona”, no sé si es inteligencia, porque memoria tampoco tengo, pero a veces que el espíritu santo sí me ilumina y creo en Jesús y todos sus otros compinches.

Con todo eso, el primer amor de mi vida universitaria fue mi profesor de Historia Universal: ¡QUÉ HOMBRE PARA CULTO! ¡QUE LINDO NOMBRE! Quedé flechada. No me interesaba que Prustcki (el x más simpático del salón) me mirara cada vez que comía un triple engordante, si a GG (abreviaturas del nombre real de mi profe) no le importaba, ¿porqué tenía que importarle? O lo más estúpido: ¿Por qué tendría que importarME? Mi grupo de amigas estaba algo escéptica a la idea de que me gustara algún profesor. Muchas de ellas me presentaron a sus amigos de Nivel A, Pre Lima y miles de academias más: CRASO ERROR. A mi parecer los “cachimbos” solo hablaban de fiestas y qué licor tomaron el día anterior. Yo quería algo más “real”, es decir, con los pies sobre la tierra. Entonces me junté con Bruno y Beto. Era obvio que sería amiga de Bruno. Era, como yo, Trujillano, y le gustaba la historia y bueno, también estaba Beto. Humberto era… pues era Beto: mataba por Johaan y esas cosas. Era el único que me alentaba con el profe y Bruno era el que ponía el “parche” de: Gaby, jamás pasará. Hhmm, Gabriela Becerra no fue la única.   

Al final del curso, y después de notas sobresalientes en la materia, me di cuenta de mala gana que GG no quería ni pelar papas conmigo: For gods says ¡ERA UN PROFESOR! Según Michelle, él me hubiese regalado su libro AUTOGRAFIADO, si es que yo no me hubiera ido temprano ese día. Bueno, las cosas pasan por algo… (MALDITA SEA, ESE ERA EL MOMENTO ROMÁNTICO DEL CICLO).

Hice un buen grupo. Eso supuse cuando salimos de vacaciones largas. Tan largas fueron que, ahora, rara vez nos hablamos. Bruno siguió su sueño de ser piloto (ahora visita todos los países de Norte y Sur América). Beto se fue de intercambio a via WAT (hasta ahora no vuelve) y las chicas hacen su vida as “pop stars” (una de ellas está en PTT ¡¡¡well done Susy!!!).

Gracias Lea por hacer este cover EL MEJOR DE GLEE. Gracias Cory por sonreir. Te extraño.

domingo, 25 de agosto de 2013 0 se atrevieron a comentar

Back to Basics (1): La chica que entró a la universidad

Recuerdo que en el 2004 me gustaba un chico llamado Diego Escalante. Era del colegio de “solo-admitimos-varones” más popular de Trujillo. Yo, obviamente, no conocía a nadie del cole “cool”, no por ser loser, si no porque en ese tiempo solo me relacionaba con las personas que mis compañeras conocían. Yo no aportaba nada al grupo: nada de gente nueva, solo nos veíamos las caras cada vez que íbamos al colegio y a la Legión de María. Nada de religión, para mí era “vida social”. Luego mi hermana me advirtió que esa “forma de vida social” no era la adecuada para personas como yo, en pocas palabras: “no te juntes con personas de escuelas nacionales, esa iglesia es algo misia, tus amigas son feas… solo 2 de tu grupo se salvan”. En su momento quedé horrorizada, pero cuando “esas personas de colegios nacionales” comenzaron a vestirse como Daddy Yanke, dejé de ir a la Legión de María por problemas “personales” (AKA: me da roche salir con tu grupo choche) y retorné por enésima vez al Club de Natación. Mi hermana, la amiga de todos (y quisiera aclarar que en realidad era solo AMIGA, ninguna otra connotación de doble sentido), tenía su grupo de a las que yo les llamo las “clackers” (mismo “El diablo se viste a la moda”). Siempre trató de que yo encajara ahí, pero eso de ir corriendo a los vestidores después de salir de la piscina para utilizar 1/2 kg. de rímel en cada ojo no era lo que estaba buscando en esa etapa de mi vida: aun creía en que Dumbledore haría que Diego se enamorara de mi sin usar una gota de maquillaje o incluso el test Dove de 7 días. 

 Diego, obviamente, nunca conversó con Dumbledore. Hablamos si, había interés… pues supongo. Yo estaba interesada en que me hablara y él seguro en “porqué esta chica no deja de escribir en Messenger”. Cuando comencé a escuchar, en la cabeza, “Mi dulce niña” cada vez que el pasara supe que tenía un problema: ESTABA OBSESIONADA CON KUMBIA KINGS. Si, ese era mi problema. No me preocupara de invertir papeles, de que el tuviese novia que además asistía al mismo colegio que el mío o que la “amiga” que me lo presentó me dejara siempre “behind” cuando YO era la interesada. Por favor Milagros, él ya tenía novia y encima tú ¿me “lo quitas”?. Al pensar eso me dije: Gabriela, dignidad. Las comedias románticas te han enseñado que jamás se pelea por un hombre. Decidí apoyar a la novia de Diego. “Quién se ha creído esa Milagros para venir a robártelo amiga”. Romina, “la novia”, no le interesaba quién era quién. No se enteró que Milagros o quien les escribe, amaban con locura a “el novio”. Obvio ellos duraron años. En ese tiempo la “relación” entre Diego y yo no prosperó. Hice el intento de “te amé y te sigo amando en silencio” para buscar mi final feliz, pero luego de leer su mail de: “me llegó tu correo, que chvr, ¿porqué no dijiste nada?”, sabía que él tenía el modo “move on” en encendido y decidí, entonces, culpar a la distancia. 

Mi grupo de amigas ya estaba roto. Terminó el cole y cada quien hizo su vida: Yo me fui a Lima y como la nostalgia mate, preferí “asesinar” la amistad y buscar gente nueva. La universidad… esa palabra me suena lejana. Cuántos recuerdos. Decidí estudiar Comunicaciones (después del intento fallido en Educación Especial) en una universidad que creía diferente a mí. Al final resultó ser como yo: una mierda para encontrar a alguien que te quiera. Mi mamá siempre me advirtió uno va a “estudiar”. Yo si estudié: 1h antes del examen, en el transporte público mientras mensajeaba con BC las posibles preguntas-respuestas de cada prueba. Es algo loco. El primer día de clases eres la “escobita nueva” que está dispuesta a barrer con todos los mitos del Señor de los Anillos y el último eres la “cartera reciclada” que nació de esa escoba: cargada de muchísimas cosas almacenadas de mala manera en todos los bolsillos con o sin cierres.


 
viernes, 23 de marzo de 2012 0 se atrevieron a comentar

Skinny love

Ayer, acostada en mi cama, me di cuenta que quizás he dejado ir muchas cosas por pereza de pelear, por dolor a saber que al final las voy a perder.

Cada noche que he pasado en México me han hecho pensar en ti. En convencerme que algunas situaciones no tienen arreglo y que es normal tratar de solucionar algo ya roto y que en la vida, si Dios me destina a sufrir de nuevo, voy a tener que aprender que, no solo el esfuerzo basta para alcanzar algo sino también convencerte en lograrlo. La mayoría de los días soy yo quien da los consejos de amor y define el término de una relación en etapas. Una de las primeras es la culpabilidad, esa que te da la sensación de que es la otra persona quien posee toda la culpa porque tú hiciste todo lo que podías y odias y lloras y te da ganas de volver a estar al frente de tu ex amado (a) y “zamaquearlo” para hacerlo reaccionar: “me estoy yendo de tu vida… me voy… estoy desapareciendo” y casi siempre terminas la frase diciendo “¡POR FAVOR REACCIONA!”. Date cuenta y corre detrás de mí.

Supongo entonces, que la segunda es, o seria, la etapa de negación. En donde dices que ya nada te importa y que en verdad el tiempo que le diste es algo perdido y que en ese trayecto de vida hubieses sido EL/LA HEROE/HEROÍNA y salvar miles de personas. ¿Tú crees que todo fue malo? Por último, la fase de aceptación, te dice que fue bueno, tanto para ser real y que los cuentos de hadas son fáciles de acabar, así que hay que recoger tus sonrisas y guardarlas otra vez, haciéndote la promesa de que la próxima vez serás más sensata y escucharás cuando tus amigas te decían “no por favor deja de hacer lo que vas a... ¡CARAJO TE LO ADVERTÍ!”.

Me he dado cuenta que yo, cada cierto tiempo, paso por las tres etapas y es difícil dejar de recordar cada detalle. Maldita memoria. Fallas en algunas ocasiones pero me traicionas para muchas. Fui una idiota al dejar que mi orgullo gane la batalla, al darme por vencida, pero parecía lo más correcto en esa situación. Siempre esperé ese final de película en donde me dices “¡espera!” y esa palabra hace que sonría y diga “por fin, un final feliz”.



Siempre pienso que a veces lo que haces o piensas hacer sale mal y como un espejo, todo regresa. Todo lo malo o cosas que hice por divertirme han regresado este año y el pasado y el antepasado. Te extraño y cada día quiero escribirte y llamarte. Lo mejor fue borrar tu número de mi lista. Cuando lo elimine me dije a mi misma que a ojos cerrados lo podría marcar y recordar para siempre. Mírame ahora, solo sé que comienza con un 4 los otros cinco dígitos ya no los recuerdo.

Quisiera añadirte a todas mis redes. A las que tengo y a las que me faltan crear. Quiero que estés en mi vida. En mi corazón sigues estando pero ya sal. Cada vez duele más y han pasado 2 años y no te puedo olvidar. Ven por mí. Te sigo esperando.



Come on...
jueves, 16 de junio de 2011 0 se atrevieron a comentar

Random 28

Creo que he comenzado muchos posts diciendo “la gente escribe sobre algo que conoce, esto es lo que conozco”. Recuerdo que escuche esa oración en una película. Drew B. era la protagonista de uno de los films que más me ha gustado, quizás porque se asemeja más a mi vida, quizás porque me gustan las películas del corte meloso en donde después de una gran lucha, el; final es simple y esperado.

Sabia Carlos, que el día 28 me traería de todas maneras los mail, mensajes directos y comentarios en cualquier red social desde el 2009 (no sé si sería correcto decir desde el 2009 y hasta ese mismo año también). Escribí en el twitter que “no sabía cómo habían pasado las cosas”, ¿a quien engaño? ¡Claro que se! Me moleste, te mande a la mierda tomándome atribuciones que quizás no debía, pero eras lo más cercano a una relación que había tenido en mi vida, que tengo, en realidad. A estas alturas no sé si estuve totalmente equivocada. Reconocí algo de la culpa, pero nadie saca de mi cabeza que estamos en un 50 – 50… o un 40 – 60, 60 yo obviamente. Ahora que estamos hablando mejor, admito que me dijiste que no me querías, pero lo mismo hizo Finn con Rachel… ¡LO SIENTO! Mi alma de comunicadora puede más con la realidad y hace que viva mis series y que transforme todo a una especie de juego.

¿Qué perdiste? NADA. No te costo nada tampoco. Invertiste tu tiempo bien. DE NADA. En serio, de nada. Guárdate tus gracias. Porque te extraño muchísimo y quisiera que igual regreses. Ahora eso es tan difícil. De compartir 20 horas diarias de mi vida, a estar frente a ti en la universidad y que ni siquiera respiremos el mismo aire es la peor caída sobre el cemento de marca “mira tú realidad recontra estúpida”. Es cambiar. Es difícil porque casi 2 años me la pase suponiendo cosas que terminaban por otro lugar diferentes a las que comenzaban. Lo siento, deje de ser tu amiga porque no era feliz cuando tu lo eras, y hasta ahora se me acelera un poco el pecho al verte, no te puedo ni mirar, no porque este molesta o me da vergüenza, si no porque no imagino como alguien puede ser tan frio. CARAJO HE DICHO LA MISMA LINEA MILES DE VECES, EN CADA POST. No disimulas, y eso duele.

Muchas veces me he reído de todo lo que hice “estando/no” contigo, son mis mejores años de universidad. Los que pase contigo, los que me dieron a mis mejores amigas hasta ahora, los que conocí a los mejores profesores. Los que me enseñaron que la universidad era algo más que ser cerebrito, era la posibilidad de enamorarme, de romperme el corazón y de fingir indiferencia. Aprendí del mejor, porque cuando te veo siento que, literalmente, HE CAGADO MI VIDA, porque siempre me la imagine contigo y hasta ahora no se desde cuando sentir algo tan bonito que todos llaman “amor” puede ser que alguien se equivoque y aleje a todos.

“But I’m getting older too”. El tiempo no va a cambiar las cosas. Desde que no somos conocidos no he cambiado nada. No me ha gustado nadie. Trato, lucho, para que alguien me vuelva interesar tanto, pero nadie es suficiente. Entonces dejando un mes me acuerdo de ti. Hoy puse en mi buscador de Hotmail tu nombre y me salieron todos tus mensajes. Es raro ver como en los mensajes más recientes ya todo se iba poniendo gris, y la misma pregunta retumbaba en mi cabeza “¿Qué paso después?”. Porque aceptaste ser nuevamente mi amigo. Siempre supiste lo que pasaba. No importa. Cuando veas la nieve y mi reflejo en ella… cuando leas este post, ten la certeza que aun estaré ahí para ti. Ahí para conversar. Ahí para ir a pasear con tu skate por el Parque Kennedy y tomar un Bubble Tea de piña con coco. El hábito hace daño. Yo igual te extraño.


 
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